Vamos a comer en la playa

Vamos a comer en la playa


Ideas para que tu comida playera sea sana y variada

Una de las cosas más placenteras del verano es pasar el día en la playa. Sentarte bajo una sombrilla, después de un baño refrescante y saciar el hambre, que parece que a orillas del mar se dispara, es una auténtica gozada. ¿verdad?

¿Qué puedes comer en la playa para que no sea siempre un bocadillo?

Antes de salir de casa piensa bien lo que vas a llevar y ten en cuenta estos consejos:

  • La comida debe ser fácil de comer. No te compliques y procura que los útiles necesarios sean mínimos.
  • Lleva la comida en envases herméticos, que resistan al calor y que no se derramen.
  • Si consumes alimentos frescos sin cocinar, lávate bien las manos antes y después de manipularlos y lava también adecuadamente las frutas y verduras que vas a consumir.
  • No lleves alimentos que no toleren el calor, como salsas con huevo.
  • No hagas en la playa una comida copiosa, pues el calor ralentizará tu digestión. Desayuna bien en casa, y toma algo de fruta a media mañana. Por la noche, en la cena compensarás los nutrientes que te falten en el almuerzo.
  • No bebas alcohol pero incrementa tu ingesta líquida además de con agua, con zumos o refrescos. También las sopas y cremas frías y las ensaladas y frutas te aportan agua.

¿Quieres algunos ejemplos saludables y sencillos?

  • Gazpacho. Te proporciona agua, vitaminas, refresca y quita la sed. Se puede beber, así que sólo necesitas un termo y un vaso. Es rico en vitamina C, A y E y antioxidantes para tu piel. Contiene minerales lo que recupera sales que pierdes al sudar. Tiene pocas calorías, es saciante y tiene fibra lo que equilibra el tránsito intestinal. El mejor smoothie es español!! 😉
  • Ensalada de canónigos, escarola, pasas, nueces, maíz y barritas de marisco. Es una ensalada fresca y completa que se puede aliñar al momento si llevas la vinagreta clásica aparte. Contiene vitamina A, B6, E y C, ácido fólico, fósforo y hierro. Es una ensalada depurativa y digestiva. Los frutos secos aportan ácidos omega 3, y el marisco te da la proteína sin apenas grasas.
  • Ensalada de frutas con yogur griego. Está frío y te aporta agua y un extra de vitaminas. Puedes escoger las frutas que más te gusten, pero las más ligeras para ir a la playa son el kiwi, las fresas, la naranja, el melocotón, el melón, la sandía y la granada. A la vitamina C y A de las frutas añade las vitaminas del grupo B del yogur, además de las proteínas, el hierro, el calcio, el magnesio y el sodio. Todo esto combinado con fibra para ayudarte en el tránsito intestinal. Si estás a dieta, sustituye el griego por un yogur desnatado. Te resultará igual de fresco y rico pero más ligero.
  • Sándwich integral de queso brie y jamón cocido, con tomate y lechuga. Lo puedes realizar con pan de molde integral o pan de pita que es más ligero. Cambia el queso brie por rulo de cabra y añade un toque dulce con un mango, y un punto crujiente con unas almendras picadas. Este plato es rico en proteínas, vitaminas del grupo B, fibra y minerales. Es fácil de tomar y delicioso.

Combina alimentos vegetales con alimentos proteicos bajos en grasa, como nugets de pollo, empanadillas de atún, tortilla de patatas, o melón con jamón. Y no te olvides de poner fruta, para el postre, media mañana o merienda.

Olvídate del bocadillo triste y repetitivo y échale imaginación. Podrás hacer menús divertidos, sencillos y muy sanos.

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