¿Respiras correctamente? Aprende a hacerlo bien

¿Respiras correctamente? Aprende a hacerlo bien


Respirar es un acto automático que realizamos desde el mismo momento del parto y que la mayoría de las veces sucede de forma no consciente. Con la respiración obtenemos el oxígeno que nos proporcionará energía para realizar todos nuestros procesos vitales.

Pero respirar es mucho más que introducir aire en los pulmones. Como lo realizamos sin darnos cuenta, no le damos la importancia que tiene, pero no oxigenarnos de forma adecuada puede repercutir y mucho en nuestro rendimiento deportivo, laboral, y mermar nuestras capacidades físicas. Sin embargo aprender a hacerlo bien puede permitirnos rebajar tensiones, mejorar nuestra capacidad torácica, nuestra resistencia nuestra energía e incluso puede ayudarnos a manejar nuestras emociones y controlar nuestra ira, angustia o tristeza.

Para aprender a respirar de forma correcta, primero debes hacerlo conscientemente. Recuerda que en la respiración existen dos fases:

  • Inspiración, o movimiento por el cual el aire entra en los pulmones
  • Espiración, o movimiento por el cual el aire sale de los pulmones.

Entre esas dos fases hay un momento de retención del aire dentro, instante en el que se produce el intercambio gaseoso, se recoge el oxígeno del aire y se expulsa el dióxido de carbono. Tras la espiración y hasta una nueva entrada de aire, existe un momento de relajación de la musculatura.

¿Cómo hay que respirar para hacerlo correctamente?

Inspira siempre por la nariz, y espira por la boca. Así el aire se calentará antes de llegar a los pulmones y se filtrará a través de los pelillos de la nariz.

Cuando respires de forma consciente, siente cómo tus costillas se abren al inspirar y tu abdomen se hincha. El pecho no se mueve. Es la respiración diafragmática. Al espirar el abdomen se desinfla y las costillas se contraen.

Cuando haces ejercicio, llevar una respiración correcta cobra aún más importancia, pues si no oxigenas bien, llegarás a tu umbral de fatiga mucho antes y tu rendimiento será menor.

Para mejorar tu respiración profunda realiza estos ejercicios:

  1. Colócate de pie, o sentado con los dos pies apoyados en el suelo y la espalda recta. Inspira por la nariz, llenando la parte baja de los pulmones. Siente cómo se expande el diafragma y se hincha el vientre. Retén el aire unos segundos. Exhala despacio por la boca, metiendo el abdomen para dentro, como si quisieras conseguir pegar el ombligo a la espalda.
  2. Tumbado boca arriba. Rodillas flexionadas, y los pies, lo más arriba posible, casi cerca de las caderas. Coloca las manos sobre el abdomen. Respira profundamente haciendo una pausa larga entre la espiración y una nueva inspiración. Sé consciente del movimiento del diafragma y de cómo el vientre se hincha y deshincha en cada respiración. Repite este ejercicio al menos 6 veces cada día.
  3. Espiración exagerada. Comienza como en el ejercicio anterior respirando de forma consciente y profunda. Cuando lleves una cadencia uniforme, comienza a alargar las espiraciones, unos dos segundos mientras contraes el abdomen. Sigue alargando la exhalación hasta que dure el doble de la inspiración.

Cuanto más correcta sea la respiración el esfuerzo del corazón será menor, y mejorará la circulación y la llegada de oxígeno a los tejidos. Disminuirá la presión arterial y el trabajo del sistema digestivo será más efectivo, igual que la producción de energía para las células, la actividad cerebral y el estado de ánimo. Sin contar con que tu rendimiento deportivo se verá francamente favorecido.

¡Respira profundo, oxigénate bien y a por todas!

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