Consejos para controlar el peso de cara el verano

Consejos para controlar el peso de cara el verano


Sin milagros, con cabeza y para siempre.

Antes de empezar a hablar de dietas, debemos recordar que los milagros no existen. Y que cuando queremos perder peso, debemos hacerlo de manera consciente, con paciencia e incidiendo en modificar malos hábitos, y no en eliminar alimentos y restringir nutrientes.

A las puertas de las vacaciones de verano, con el buen tiempo ya instalado y ganas de ir a la playa, casi todo el mundo desea bajar al menos dos kilos. Si tu problema de peso supera este límite, los consejos que encuentres en un blog de salud no van a ser suficientes y deberás ponerte en manos de un profesional. Pero si con dos kilos te conformas, quizá estas ideas puedan ayudarte. ¿Te animas?

  1. Come más veces, menos cantidad. Así mantendrás al organismo “ocupado” en quemar calorías y tu metabolismo se acelerará. Por supuesto, los tentempiés deben ser ligeros y nutritivos, por ejemplo una fruta o un yogur desnatado.
  2. Bebe más agua. Parece contradictorio, pero hidratarte más no hace que retengas líquidos sino al contrario. Si bebes al menos ocho vasos de agua al día, irás al baño con más regularidad, eliminarás toxinas y evitarás el vientre hinchado. Además cuando tengas hambre, prueba a beber un vaso de agua. No sólo puedes engañar al apetito, es que a veces confundimos el hambre con el sed.
  3. Incrementa el ejercicio. Si de verdad quieres cuidarte y olvidarte de esos dos kilos, intenta entrenar un día más de lo habitual, sal a practicar running 3 días, nada una hora cada dos días o camina media hora todos los días si no eres de hacer deporte. Tan solo subir andando en vez de en ascensor, o aparcar un poco más lejos o bajarte un parada antes del bus te puede ayudar bastante. Además del ejercicio aeróbico, prueba con esta tabla diaria, para hacer en casa:

-50 sentadillas. 25 Con las piernas un poco abiertas y las punteras hacia delante y otras 25 con las piernas bien abiertas y las punteras hacia fuera.

-50 abdominales clásicos, inspirando al bajar y espirando al subir.

-50 elevaciones de cadera, desde el suelo tumbado boca arriba con las piernas algo separadas y rodillas flexionadas. Aprieta el abdomen y los glúteos al subir.

-50 zancadas hacia delante, 25 con cada pierna.

-50 patadas con cada pierna, a cuatro patas y contrayendo abdomen y glúteos.

  1. Aficiónate a las infusiones después de comer. Las mejores para acelerar el metabolismo y más diuréticas son el hinojo, la cola de caballo, o el té verde.
  2. Apuesta por alimentos quema grasas, como el brócoli, la avena, el salmón, el aguacate o el huevo. Siempre cocinados sin grasas para que sean además más digestivos.
  3. Reduce la sal (utiliza especias), el azúcar simple (prueba la stevia, que endulza sin calorías y es natural) y las harinas refinadas.
  4. Aumenta la ingesta de alimentos frescos. Huye de los precocinados, envasados y congelados. Procura comer todo fresco y cocinado por ti, con aceite de oliva y sin salsas añadidas.
  5. No elimines las legumbres, y procura que el pan, el arroz o la pasta sea integral. Así aumentarás la fibra.
  6. Los lácteos siempre desnatados.
  7. Come en plato pequeño, bebe agua antes de empezar a comer y empieza por una ensalada. Estos trucos te ayudarán a reducir las cantidades.

Consulta a tu médico o nutricionista si tienes dudas y pon de tu parte. Tú eres quien debe desearlo porque eres tú quien manejarás lo que comes y lo que no. ¡Ánimo!

 

 

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