Te mostramos los problemas de rodilla más frecuentes y sus posibles tratamientos.

La rodilla es una articulación que participa en casi todos los movimientos que realizamos a lo largo del día. La articulación de la rodilla contiene huesos, cartílagos, tendones, ligamentos y músculos.

La rodilla está entre el fémur, la tibia y el peroné. La rótula es el pequeño hueso que está en el medio de la rodilla. Rodeando la rótula, entre el fémur y la tibia, está el cartílago articular, un tejido más flexible que protege el movimiento de la rodilla, y unas almohadillas denominadas meniscos que van a lograr absorber el peso de nuestro cuerpo.

Además, para favorecer los movimientos de flexión anterior, posterior y lateral existen los ligamentos y los tendones, que conectan con los músculos; con el cuádriceps en la parte superior cubriendo el fémur por delante y con el isquiotibial por detrás.

¿Qué lesiones son las más numerosas?

• Esguince de rodilla. Uno o varios ligamentos se desgarran o se distienden. Se nota un chasquido en el momento de la lesión y a continuación aparece dolor al mover o tocar, edema, acumulación de líquidos, e imposibilidad de apoyo.
• Distensión o desgarro del músculo. Se produce en similares condiciones y con síntomas parecidos al esguince de ligamentos. Es más leve, pero igual de invalidante.
• Lesión en el menisco. La lesión estrella en futbolistas. Se produce por cambios bruscos de posición o de velocidad, sobre todo lateral y se acompaña muchas veces de un esguince o distensión. Produce igualmente, dolor, incapacidad de apoyar, hinchazón y a veces derrame o líquido.
• Fracturas de hueso. Puede ser una rotura de rótula, o una fisura pequeña que impide el movimiento completo. Si es el cartílago que se desgasta o se desprende se puede producir bloqueo y agarrotamiento. Además del dolor intenso, la hinchazón de la zona fracturada es evidente.
• Bursitis o inflamación de las bolsas de líquido sinovial que amortiguan el movimiento. Dan calor, hinchazón y dolor sordo.
• Osgood-Schlatter. Es una enfermedad propia de adolescentes entre 10 y 13 años. En el extremo superior de la tibia, donde engancha el tendón de la rótula se produce un desgarro por sobre carga. Aparece un bulto bajo la rodilla doloroso al tacto y a la actividad.

¿Cómo se tratan este tipo de lesiones?

Como los síntomas en algunas de ellas son muy parecidos es necesario un diagnóstico diferencial con radiografías, ecografías o resonancias:

• Se debe mantener reposo relativo, dependiendo del dolor y la imposibilidad de apoyar.
• Aplica hielo para disminuir la inflamación.
• Protección de la rodilla y elevación.
• Analgesia y fármacos antiinflamatorios según criterio médico.
• En casos importantes o crónicos se puede necesitar artroscopia o cirugía reparadora.
• Fisioterapia para recuperar fuerza y movilidad.

Para evitar futuras lesiones:

• Practica ejercicio de forma regular. Aeróbico y de musculación.
• No te saltes el calentamiento y el estiramiento al final de la sesión.
• Utiliza calzado adecuado a la actividad que practiques.
• Protege la articulación con rodilleras y espinilleras.
• Sigue una alimentación sana y equilibrada.

No vas a eliminar al 100% la posibilidad de lesionarte, pero conociendo las posibles lesiones y su tratamiento, la prevención puede ser más efectiva.