¿Por qué tengo tanta hambre?

¿Por qué tengo tanta hambre?


Descubre qué hace que tengas tanto apetito y contrólalo.

No hace ni dos horas que has comido y vuelves a tener hambre. Llegas a casa del trabajo y atracas la nevera sin misericordia. Te vas a acostar y tus tripas comienzan de nuevo a rugir.

Si haces caso de esa sensación y comes siempre que te parece que tienes hambre, va a ser muy difícil que mantengas tu peso controlado. ¿No te parece?

Quizá sea mejor idea descubrir por qué no eres capaz de saciar tu apetito, o por qué al poco tiempo de ingerir alimento tienes de nuevo ganas de comer.

Las causas pueden ser diversas:

  • El estrés. La ansiedad y la intranquilidad provocan la necesidad en tu cerebro de ingerir azúcar y segregar endorfinas, haciendo que quieras comer más a menudo.
  • Dormir malLa falta de sueño incide en la hormona del hambre, la leptina, que puede ser responsable de que te levantes a media noche y comas algo, o de que por la mañana tengas un hambre voraz.
  • No desayunar. Tras el ayuno nocturno tus depósitos de energía están bajo mínimos. Si no desayunas, no sólo no tendrás fuerzas para nada, sino que el hambre te provocará antojos de alimentos calóricos que te sacien rápido.
  • Cenar en exceso y acostarse sin terminar de hacer la digestión. Tu metabolismo se va a enlentecer, los niveles de azúcar van a bajar y te levantarás con más apetito.
  • Deshidratación. Cuando sientas hambre prueba a beber uno o dos vasos de agua. En ocasiones nuestro cerebro confunde la falta de líquido con la necesidad de ingerir calorías.
  • Aburrimiento. Los niños cuando están aburridos te piden merendar o picar algo. En los adultos también pasa. Tu cerebro busca segregar dopamina, para sentir placer y acabar con la sensación desagradable del aburrimiento.
  • Medicación. Algunos fármacos, como anticonceptivos, o antidrepresivos, o antihistamínicos pueden producir sensación de estómago vacío e incitarte a comer

Y ahora que sabes por qué te puede pasar…  ¿Cómo puedes controlar  el apetito?

  1. Come al menos cinco veces al día. A media mañana o a media tarde toma fruta o zumo o un yogur desnatado, y si tienes ganas de picar algo más, ten siempre a mano palitos de zanahoria, de apio, o pepinillos en vinagre.
  2. Planifica tus horarios. Si sabes cuándo vas a comer, tu cerebro se irá acostumbrando a las horas y no te pedirá comida antes.
  3. Bebe un vaso de agua, cuando tus tripas comiencen a sonar.
  4. No comas delante del ordenador o de la tele. Si no disfrutas del momento y lo haces automáticamente tu cerebro no lo relaciona con un acto consciente y voluntario.
  5. Come alimentos con más fibra (frutas, verduras y cereales integrales). Te sacian y hacen más lenta la digestión por lo que pasará más tiempo hasta que vuelvas a tener hambre.
  6. Evita el azúcar simple, las chuches o la bollería. Al poco tiempo la insulina baja de golpe y vuelves a tener apetito.
  7. Duerme ocho horas al día.
  8. Controla el estrés, la ansiedad y no relaciones tus emociones con la comida. Haz ejercicio físico si te siente mal. Las endorfinas te ayudarán a mejorar tu ánimo.

Mantén una dieta equilibrada y variada para que si el hambre puede contigo, al menos tu salud y tu peso no se resientan.

No hay comentarios

Agrega el tuyo