Ten cuidado cuando vayas a cenar fuera de casa. ¿Quieres saber por qué?

Salir a cenar con tu pareja o con amigos es una manera estupenda para eliminar el estrés acumulado, socializarte, charlar, divertirte y compartir experiencias.

Pero cenar fuera de casa no sólo rompe con tu rutina, sino que te puede arruinar la dieta y echar por la borda el esfuerzo que llevas haciendo toda la semana.

¿Y eso por qué?

• Se cena más tarde. No te vas a ir a la cama nada más cenar, por lo que seguramente cuando te acuestes ya habrás hecho la digestión, pero según muchos estudios científicos, cenar tarde aumenta el riesgo de enfermedad cardíaca, altera los biorritmos y reduce la calidad del sueño.
• Se cena con alcohol. Normalmente tomas algo antes de la cena, comes con vino y después terminas con alguna copa. Eso supone un aumento de calorías importante. Si tomas una cerveza, dos copas de vino y un gin tonic, habrás añadido a tu dieta unas 600 calorías vacías.
• Cenas más cantidad. La cena debería ser la comida más ligera del día. Pero si sales a cenar, es muy difícil resistirse y no tomar algún plato más calórico de lo habitual y terminar con un postre dulce que en tu casa nunca tomarías.
• Puedes tener reflujo gastroesofágico. Si cenas copiosamente necesitarás mayor producción de ácidos para realizar la digestión lo que puede producir ardor y el molesto reflujo o sensación de que la comida vuelve a la boca.
• Insomnio. Cuando se sale de cena, se hace abundantemente y se toma alcohol, mantienes el cerebro hiperactivo y el metabolismo trabajando. Esto va a hacer que aunque estés agotado al volver a casa, te cueste conciliar el sueño o lo hagas fragmentado, produciendo una fatiga por la mañana, síntoma inequívoco de que no has descansado lo suficiente.

Recuerda que para que tu cena sea correcta debe contener:

• Proteína, que ayudará que por la noche recuperes, repares y mantengas tu musculatura.
• Verduras, que te aporten fibra, agua, vitaminas y minerales y serán el acompañamiento perfecto para la carne, el pescado o el huevo. O bien fruta, que complete las raciones diarias recomendadas.
• Un lácteo, mejor desnatado, que te ayude a terminar la digestión y a conciliar el sueño.

Para que salir a cenar no te cueste tanto sigue estos consejos:

• Si vas a ir a cenar, tenlo en cuenta en la comida del mediodía, compensa y toma sólo una ensalada y una pieza de fruta.
• No te olvides de merendar, fruta o yogur, para no llegar a la noche con tanta hambre.
• Pide siempre agua y toma un par de vasos durante la cena. Te saciará y hará que comas menos.
• Procura cenar una carne o un pescado con verduras, o un plato con base de verduras y un postre bien con fruta, o con leche (flan, cuajada, queso…). Pide sólo un plato completo, será más que suficiente.
• Evita las salsas, los rebozados y los platos muy grasos y no piques nada antes o añadirás calorías sin sentido. Huye de las patatas fritas, de la mantequilla o de los patés.
• No te comas todo el pan antes de empezar, o no lo termines por obligación.
• Bebe con moderación.

Y disfruta de la compañía. En realidad, es lo mejor de salir a cenar. ¿No te parece?