Libérate del estrés
Aprende a combatir el estrés y deséchalo de tu vida para siempre.
Vas corriendo a todas partes. A trabajar, a buscar a los niños al cole, a casa, a la compra…e incluso al gimnasio llegas con la lengua fuera.
El ritmo de vida que llevas no te deja un momento para relajarte y hay veces que tienes ganas de gritar: ¡¡Bueno, basta ya!!
Antes de que te rompas y necesites ayuda profesional, existen formas de afrontar la vida que te pueden ayudar a vivirla sin ansiedad y a liberarte de los momentos estresantes y agobiantes de forma natural.
¿Quieres que te ayudemos?
- Cuida tu alimentación. Un dieta rica en fritos, grasas, dulces y con alimentos prefabricados te llena el cuerpo de toxinas y hace que no descanses bien y te sientas cansado y sin fuerzas para nada.
Aumenta la ingesta de alimentos ricos en vitamina A, que es un antioxidante que previene el envejecimiento celular: zanahorias, tomates, espinacas, calabaza, mango…
Consume alimentos ricos en vitamina C, como cítricos tipo naranja, mandarina, limón, kiwi o fresas y vitamina E, como los frutos secos, los espárragos o el aceite de oliva. Actúan protegiendo los tejidos al evitar la formación de toxinas, cuidando los ácidos grasos y aumentando las defensas.
Incrementa el aporte de magnesio, calcio o selenio, ( vegetales verdes, frutos secos, lácteos…) que interactúan directamente con tu sistema inmunológico y nervioso. - Practica ejercicio de forma regular. Al realizar ejercicio liberas endorfinas. Estas hormonas ayudan a sentir placer y a evitar sensaciones de angustia, ira o estrés. Además mejorarás la circulación, la respiración, descansarás mejor y te verás mejor, lo que ayuda a mejorar la autoestima.
Haz deporte al menos dos o tres veces por semana. Busca la disciplina que más se ajuste a tus horarios y gustos y anímate. - Aprende a relajarte. Ya sea dándote un baño al final de la jornada, o leyendo un libro, o viendo una película. Procura sacar tiempo para ti mismo y deja de pensar por un ratito en el trabajo y los problemas que te abruman.
Puedes probar a realizar ejercicios de relajación específicos:
-Pon una música suave y baja un poco la luz.
-Túmbate en el suelo boca arriba. Con los ojos cerrados ve apretando los distintos grupos musculares durante 10 segundos.
-Empieza por las manos, los brazos, los hombros, el pecho, el abdomen, los glúteos, los cuádriceps, gemelos y dedos de los pies.
–Respira profunda y lentamente. Siente que te pesan y no puedes moverte.
-Después haz el ejercicio al revés. Despierta los grupos musculares y ve moviéndote por orden, hasta sentir que te has liberado de toda la energía negativa. - Busca actividades rutinarias para lograr una sensación de orden y seguridad. La rutina en general nos aburre, pero cuando tu vida es un poco caos, la sensación de saber qué viene a continuación, hace que pensemos menos y sea más llevadero.
- Sonríe. Aunque parezca cosa de niños, al reírnos liberamos tensiones de los músculos de la cara, cuello y hombros, y segregamos serotonina que nos hace sentir placer y oxigenamos el cuerpo porque respiramos menos superficialmente.
No te lo tomes todo a pecho. Busca momentos para compartir con familia y amigos, planea un viaje o una escapada y busca siempre el lado bueno de la vida. ¡¡Funciona!!
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