Escoge bien la ropa que te vas a poner para entrenar o tu rendimiento se resentirá.

La ropa que eliges para salir a practicar running no es una cuestión estética. Podrás ir mejor o peor vestido, pero eso es una opción personal. Lo importantes es que la ropa que lleves no limite tu movimiento, no influya ni en la intensidad ni en el tiempo de tu entrenamiento y sea adecuada a la meteorología.

¿Qué debes entonces tener en cuenta?

1. La ropa siempre cómoda.

Está muy bien que las marcas más innovadoras propongan un tipo de mallas, o de calzado. Si no te resulta cómodo no te lo pongas. No hay nada más frustrante que darse cuenta al minuto de salir de casa que no soportas la tela, o que las zapatillas te rozan. Evita caer en la moda, sin pensar en la comodidad. Lo uno no tiene por qué estar reñido con lo otro.

2. Prendas transpirables.

Tu cuerpo va a mantener la temperatura mediante la sudoración. Si la ropa se empapa por el sudor, irás mojado por dentro y eso hará que estés incómodo. Además cuando el sudor se enfríe sobre tu piel, bajará la temperatura de tus músculos y puedes sufrir contracturas, además de pillar un severo resfriado.

3. Los calcetines adecuados.

Es recomendable que los calcetines no tengan costuras interiores, para que no te rocen con los dedos y te hagan heridas. Además deben ser transpirables también o llevará los pies mojados y eso aumenta el riesgo de ampollas. Evita también que te aprieten en los tobillos para que no se te hinchen las piernas y utiliza medias especiales si tiendes a retener líquidos o sufres varices.

4. Los pantalones ajustados.

Las mallas con algo de licra se ajustan a tu pierna y facilitan el movimiento. Además al no moverse, evitas el roce entre las piernas y las escoceduras. Evita que la cintura sea muy prieta para que no te afecte al respirar. La largura es una cuestión más de comodidad y costumbre, aunque en épocas de calor, siempre es conveniente llevar las piernas al aire, para favorecer la transpiración.

5. Las camisetas técnicas.

Con o sin mangas, ajustadas o más flojas. Todo depende de los gustos. Si hace calor es preferible que la tela sea suave y la superficie de contacto sea menor. El movimiento de los brazos debe ser libre, y evita costuras y etiquetas incómodas.

6. Ropa interior confortable.

Procura que no te roce ni te limite el movimiento. Existen camisetas con sujetador técnico incluido o mallas con calzoncillos que aportan mayor comodidad.

7. Comprueba la meteorología.

Si llueve deberás llevar ropa impermeable para evitar que te empapes. Es conveniente si vas a hacer una carrera largo o por montaña que lleves otro par de calcetines y te los cambien si te mojas. No sólo por la molestia de llevar los pies mojados, sino por el riesgo de rozaduras y ampollas. La ropa impermeable también puede ser transpirable, como el caso de tejidos Gore-tex. De este modo el sudor podrá salir, pero el agua no podrá entrar.

Si hace mucho frío utiliza prendas polares para evitar perder temperatura y que tus músculos se entumezcan. Utiliza guantes en las manos. Correr con los dedos fríos es muy desagradable.

Si hace mucho calor, protégete del sol con cremas protectoras, y lleva una gorra para evitar que sol te deslumbre.

Vístete por capas. Así no pasarás ni frío ni calor, tu entrenamiento será mucho más confortable y tu rendimiento óptimo.