Pon remedio de la manera más sencilla y aprende a protegerte para que no vuelva.

Es automático. Empiezan a bajar las temperaturas y te resfrías. Por la mañana pasas frío, al mediodía calor y como no sabes qué ropa ponerte, vas mal siempre. Y te pillas el consabido constipado.

Un resfriado lo puedes coger en cualquier época del año pero en los meses de invierno, pasamos más tiempo bajo techo y la humedad favorece la proliferación de los agentes infecciosos. No es una enfermedad grave, pero produce mucho absentismo laboral y sobre todo escolar, con todos los perjuicios añadidos que eso conlleva.

El resfriado es una infección producida por un virus, que afecta normalmente a las vías altas y cursa con goteo nasal, fiebre leve, congestión, tos estornudos…etc. Se propaga a través de las gotitas de saliva o mucosidad que el aire transporta y que son liberadas al hablar, al toser o al estornudar.

¿Qué síntomas son  los más característicos?

• Mucosidad.
• Goteo nasal.
• Congestión.
• Dolor de cabeza.
• Fiebre.
• Tos.
• Estornudos.
• Dolor de garganta o picazón.
• Inapetencia.
• Debilidad.
• Dolores musculares.

Los dos primeros días son los que mayor riesgo de contagio tienen y la duración de un resfriado, depende de las defensas de cada persona y puede variar entre 5 y 10 días.

¿Cómo debes tratarlo?

• Reposo relativo. Descansa todo lo que puedas, aunque no tiene que ser en cama.
• Bebe líquidos, agua, zumos e infusiones. Te ayudarán a que la mucosidad no sea tan compacta y la elimines mejor.
• Toma más frutas y verduras. Si estás inapetente, tómalas en puré, compota o asadas. Las comidas calientes te reconfortarán. Además, necesitas vitaminas para aumentar tus defensas.
• Puedes tomar antitérmicos para bajar la fiebre o analgesia si sufres dolor de cabeza. También existen jarabes que eviten la tos o te ayuden a expectorar. Consulta a tu médico o farmacéutico si tienes dudas.
• No tomes antibióticos. No son efectivos ante los virus. Si el médico te lo recomienda será por riesgo de sobre infección bacteriana.

Normalmente un catarro no precisa consulta médica y revierte solo en pocos días. Si no es tratado o se alarga en el tiempo, podría complicarse y derivar en una bronquitis, o neumonía. Vigila sobre todo la evolución en niños y ancianos que tienen menos defensas.

¿Cómo puedes prevenirlo?

Evitarlo del todo es imposible pero sigue estos consejos:

• Lávate las manos siempre tras toser, estornudar, o sonarte la nariz.
• Ventila tu casa o tu lugar de trabajo. Con cinco minutos es suficiente.
• Abrígate si hace frío, pero no pases calor. Sudar es igual de malo.
• No fumes. Eso debilita las vías respiratorias.
• Los enfermos separados del resto. Así evitarás que se contagie toda la familia.
• Humidifica el ambiente. Evitará la tos y ayudará a expulsar la mucosidad.
• Lava con frecuencia tus útiles habituales como los cubiertos, las toallas, los vasos… y desinfecta el teléfono fijo y los pomos de las puertas.

No podrás evitar resfriarte durante toda tu vida. Pero si sabes cómo actuar lo llevarás mejor. ¿No te parece?